Limpieza, Armonización y Programación de Espacios Físicos.


Muchos pueblos antiguos creían que todo lo que existe poseé un "Alma", es decir, una energía especial que es eterna y que sólo va migrando de una cosa a otra, de un cuerpo a otro. Cuando las personas mueren, esta "alma" regresa a la naturaleza donde se regenera y se nutre antes de volver a ocupar un cuerpo, es decir, de volver a encarnar para continuar su viaje de aprendizaje. Sin embargo, algunos creían que no sólo las personas tienen alma, también los animales, los árboles, las rocas, el agua, el fuego, el viento y la misma tierra.

Incluso los espacios, como los bosques, desiertos, montañas, los caminos y hasta las casas pueden "guardar" la energía o "alma" de todos aquellos seres que los habitan. Esta energía o "alma" puede ser positiva o negativa, de acuerdo a la manera de vivir de su poseedor y a las actividades realizadas en dicho espacio. Por lo tanto un lugar o espacio puede "cargarse" de energía positiva o negativa, de acuerdo a las vibraciones de las almas que lo habitan.

La gente de la antiguedad y de muchas culturas "limpiaban" constantemente su propia alma, y también el alma de los espacios que frecuentaban por medio de diversos rituales, con el fin de mover la energía y regenerarla constantemente. Estos procesos casi siempre se llevan a cabo para desechar la energía negativa, ya que ésta puede manifestarse generando ideas, sensaciones, estados de ánimo, sonidos, enfermedades y sucesos de cualquier índole.

Pero también se puede cargar de energía nueva o incluso regenerar la energía que ya se encuentra en determinados lugares, con el fin de generar aquellos acontecimientos positivos que sus habitantes desean. Existen distintos procedimientos o técnicas para limpiar y armonizar espacios, y es recomendable que siempre que se limpie el alma de una persona se limpie también el alma de su casa o de aquellos lugares que frecuenta con el fin de que ambas energías estén en armonía y se mantengan así el mayor tiempo posible.